Es un día de verano en el que se pueden hacer parrilladas sobre los capós de los automóviles. La sauna ambiental no ha suspendido el mercadillo ni las reuniones en alguna terraza de los bares del centro de la localidad. Es Fuentealbilla (1.836 habitantes), un pequeño lugar de La Mancha en el que nació Andrés Iniesta, el héroe de Johannesburgo.
En las afueras, a un kilómetro del pueblo, un edificio muestra que el GPS no se ha equivocado. Ahí manda un gran rótulo:Bodega Iniesta, la empresa creada en 2010. Delante de la fachada una estatua (no es la única) muestra el estilo de Andrés Iniesta con el uniforme de la selección española. En la base se puede leer:'Y el tiempo se paró para contemplar a Iniesta chutando a gol'. Hay visitantes que llegan a la estatua, se retratan y continúan el camino.
En el interior del recinto se encuentra José Antonio Iniesta, padre del futbolista del Vissel Kobe japónés. Explica el vínculo entre su hijo y Fuentealbilla:"La persona significa mucho. Durante muchos años, deportiva y emocionalmente ha tenido al pueblo encantado y emocionado. La gente se emocionaba con el fútbol. Andrés ha ayudado. Ha llegado un poquito más de turismo, hemos emprendido y creado puestos de trabajo".
El día de la final nunca se olvidará. Fuentealbilla se multiplicó por diez después del partido. Andrés ha ayudado, ha llegado un poquito más de turismo
Un 'museo' en una bodega
Para José Antonio Iniesta "esto es un puesto de trabajo más. Tengo responsabilidad y orgullo porque cuido de la imagen de él y para mí representa todo, sólo vivo para mis hijos y en especial para él porque tiene muchas cosas que cuidar".
El padre de Iniesta recuerda que el impacto del Mundial en las visitas a la bodega "fue terrible. Antes de irse a jugar a Japón ya venían de allí, de China, del centro de Europa, de todos los sitios del mundo".
En el interior de la bodega se huele la mezcla entre vino y fútbol. Se acumulan objetos y recuerdos sobre la carrera del futbolista. En uno de los salones se reproduce con azulejos el derechazo ante Stekelenburg.
El día de la alegría, el 11 de julio de 2010, es imborrable. José Antonio Iniesta lo considera"siempre bonito para recordar. Celebramos el primer Mundial. Te vienen las imágenes aquellas. Fuentealbilla se multiplicó por diez después del partido. Llegó gente de toda la zona. Esa fecha nunca se va a olvidar".
Él prefirió ver el partido en solitario y se queda con la imagen "del final, cuando pita el árbitro y ves que se ha ganado y vi a Andrés arrodillarse en el suelo".
En el rebobinado considera que los tiempos "han cambiado. Se vive la juventud de otra manera. Ahora el pueblo está más reconocido. Las personas mayores estaban más unidas antes, era algo más familiar, pero siguen el 90 por ciento de los valores de antes".
Un balcón especial
El alcalde de Fuentealbilla, Ángel Salmerón, reconoce que Iniesta "ha dado muchísimas alegrías y el momento culminante fue ese gol. Iniesta nos puso en el mapa del mundo, nos hizo campeones del mundo a todos los vecinos de Fuentealbilla. Es uno de los mejores futbolistas de la historia de nuestro país".
Iniesta nos puso en el mapa del mundo, nos hizo campeones del mundo a todos los vecinos de Fuentealbilla. Es un ejemplo para niños y jóvenes y ha dinamizado la economía local
Para Salmerón, el futbolista "ha dinamizado la economía local. Es un ejemplo para los niños y los jóvenes. Vimos el partido en el frontón municipal. Fue tremendo. Vino gente de todos los sitios. Con su marcha a Japón y la pandemia hace casi tres años que no le vemos".
En poco más de 200 metros se concentra la huella de Iniesta en el pueblo. En el balcón del Café Luján, que regentaba su abuelo, hay una portada gigante de MARCA . Cerca de allí, otra estatua, impulsada por la peña barcelonista, muestra al futbolista con el balón en dirección a su residencia, situada en la calle Andrés Iniesta. En la vivienda se ha marcado en piedra 'Iniesta 6'.
En la calle de al lado, como si fuera un doble pivote, se encuentra el colegio Cristo del Valle, el lugar que acogió a Iniesta hasta los 10 años cuando se encaminó hacia La Masía. Ahí estaba la pista en la que el futbolista empezó a controlar el balón. Ahora es una cancha de césped artificial promovida por la Fundación Johan Cruyff, cuyo cartel se deja ver en el centro del campo. Una tormenta reciente se llevó por delante un cartel que había en un lateral.
Para Juan Francisco, un veterano agricultor ya retirado, Iniesta "es el número 1. ¿Quién lo va a mejorar? Fuentealbilla es Iniesta. No ha habido otro y es muy difícil que lo haya, a pesar de que soy del Madrid", apostilla con humor.
Fuentealbilla es Iniesta. Le he tenido en brazos de pequeño, para mí es Andresete, una persona modesta y con una sencillez apabullante
Este vecino recuerda que el día de la final mundialista "medio pueblo estábamos en el teatro. Al meter el gol pensé que se hundía el teatro de lo que se organizó. Es muy modesto, de una sencillez apabullante, muy buena persona. Cuando viene trata de cumplir con todo el mundo. Es que es Andresete. Conozco a toda su familia. Lo he tenido en brazos".
Iker, 'el Casillas'
Filo también lo conoció de crío. "Le tuve en la guardería, cuando trabajaba allí. Era bueno". Para esta vecina Iniesta es "una persona a la que todos conocemos. Estamos contentos de que sea de aquí, de Fuentealbilla. Aquí encuentra mucho cariño, la familia, los amigos y los recuerdos de cuando era pequeño".
Filo estaba de vacaciones en la playa mientras se disputaba la final de 2010 y recuerda que "en las teles de todos los sitios se veía el pueblo. Fue muy emocionante".
Al que le cogió el seísmo antes de la memoria fue a Iker, que aparece con su bici para recordar "que soy del 2009. Todo lo que pasó me lo han contado mis padres. Iniesta me parece un gran jugador, un gran centrocampista. He visto vídeos de él, muy buen jugador".
Soy del 2009 y todo lo que pasó me lo han contado mis padres. Luego he visto vídeos suyos y es muy buen jugador
Su nombre no es producto de la casualidad y lo aclara porque"mi padre es del Madrid, yo también, y algunas veces me llaman El Casillas"
Al ídolo de Fuentealbilla le ha visto "alguna vez por el pueblo. Firma muchas camisetas, pero todavía no me ha firmado porque un día llegué tarde. Tengo foto en la estatua".
Iker conoce flecos de lo que sucedió en aquella jornada:"En mi casa vieron el partido en la tele del salón y al acabar se tiraron a la piscina. Hubo mucha fiesta. Si no me lo contaban yo lo iba a descubrir".
El chaval no se corta con nada y asegura que a Iniesta "le gusta la estatua, la pista. Todavía no le he visto en un partido en un estadio, a ver si un día le veo". Iker vuelve a la bicicleta. Le espera su rincón favorito, el Chorro, un parque antiguo. El próximo Andresete puede estar en cualquier bicicleta.
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