Si tienes un coche de GNC(Gas Natural Comprimido) ya llevas un tiempo sufriendo la coyuntura que ha restado mucho interés a esta tecnología limpia, que utiliza el metano como combustible. Hasta ahora sus dos grandes ventajas eran su menor huella de carbono respecto a la gasolina y al diésel y, sobre todo, su precio.
El Gas Natural Comprimido, por las nubes
Porque hasta que comenzó la escalada de precios de la energía tras la fase más dura de la pandemia el precio del kilo de GNC rondaba, de media, los 80 céntimos. Si tenemos en cuenta que un consumo promedio de un coche con esta tecnología oscilaba entre los 3 y los 4 kilos cada cien kilómetros, las cuentas eran muy beneficiosas, con un coste inferior a los 3 euros/100 km.
Pero eso ha cambiado radicalmente en el curso de unos pocos meses. Tanto que el precio del metano se ha disparado hasta triplicarse... Hoy ya no es difícil encontrar precios que rozan los 2 euros por kilo, condicionando las cuentas de nada menos que 32.000 vehículos que circulan por España con esta tecnología.
Si el precio del GNC no acompaña...
Los coches propulsados por GNC tenían algunas desventajas que quedaban compensadas inmediatamente por su menor coste de uso que generaba el inferior precios del combustible y, también (aunque esto más a nivel espiritual) por el menor impacto medioambiental de su sistema de propulsión.
Pero también había contras, que ahora se convierten en una montaña insuperable a la hora de decidirse por adquirir un coche de GNC. La más importante era la escasez de instalaciones donde repostar combustible
La segunda, que se da en algunos modelos en concreto, es el pequeño tamaño del depósito de gasolina que complementa a los tanques de gas y que nos permite rodar si no tenemos cerca una estación de GNC (una circunstancia que sus usuarios afrontan a menudo).
No sólo a particulares... también a transportistas
Si el impacto sobre el bolsillo de los usuarios particulares de coches a GNC es importante, no lo es menos para los transportistas, que si antes lograban un mayor ahorro al hacer un uso intensivo de sus vehículos, ahora se les vuelve radicalmente en contra.
Por ello, FENADISMER (la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España) ha solicitado al Gobierno que tome medidas para frenar esta escalada de precios (que ellos cifran en hasta un 367%). La asociación se ha dirigido a la ministra de Transportes pidiendo un Plan de emergencia con medidas de choque que permitan la supervivencia de los autónomos y empresas afectadas (10.000 de esos más de 30.000 vehículos con esta tecnología son de transporte pesado).
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